La transformación digital está cambiando la realidad de los entornos rurales, derribando barreras históricas y acercando nuevas oportunidades. Hoy, gracias a internet y las nuevas tecnologías, muchos municipios pueden acceder a mercados internacionales y redes de colaboración global.
En este proceso, el conocimiento de otros idiomas se vuelve esencial. El uso de una segunda lengua permite a emprendedores y productores locales promocionarse más allá de sus fronteras.
La digitalización, combinada con habilidades lingüísticas, no solo conecta a los territorios rurales con el mundo, sino que los convierte en actores activos de la economía global. Internacionalizar lo local es una posibilidad real que impulsa el desarrollo, la innovación y la inclusión.