No existen indicadores específicos, pero sí es posible agruparlos en tres categorías para hacer seguimiento y valorar el impacto de la transformación digital.
• Mejoras operacionales: Por ejemplo, estimación del uso de nuevas aplicaciones específicas, reducción de tiempo o recursos en un proceso determinado, cambios en la productividad de la empresa, etc.
• Experiencia del cliente: Cambios en los tiempos o etapas del proceso de compra, satisfacción del cliente, cambios en el tipo y los canales de contacto con el cliente, etc.
• Impacto financiero: Eficiencia en el crecimiento, cambios en los costes de adquisición y producción, utilidad por empleado, etc.